El (duro) camino de la investigación
Algunos alumnos sienten pasión por el mundo de la investigación, a otros se lo ofrecen algunos profesores, y otros lo ven como una posibilidad laboral más. Pero antes de meterse de lleno en el mundo de la investigación, y para ello realizar un doctorado, debemos saber cuáles son las posibilidades reales que nos ofrece para nuestro futuro, y que debemos hacer para que estas fructifiquen.
Si creemos que la investigación consiste en estar en un laboratorio realizando analíticas que nos van encargando estamos algo equivocados. Bueno, estamos equivocados si pensamos que solo con eso podemos conseguir un puesto de investigador de nivel universitario. Ese trabajo es el que realiza adecuadamente el personal laboral (los técnicos), que debería estar al servicio de los investigadores. Para realizar esta labor no es necesario realizar un doctorado, sino formarse en aspectos analíticos, u otros en función del tipo de investigación que queramos apoyar.
Los investigadores, aunque suelen comenzar realizando analíticas, deben ser capaces de identificar problemas, diseñar experimentos, recabar datos, analizarlos y explicar los porqués de estos resultados. Además, deben ser capaces de captar fondos, necesarios para realizar las investigaciones. El camino para entrar en este mundo es largo y complejo, y no todo el mundo está capacitado. En mi experiencia es bastante complicado que un alumno con una nota media inferior al 7,5 u 8 en grados de ingeniería llegue a ser un gran investigador (algo más en otras titulaciones), aunque como en todo existen excepciones.
Hoy en día la entrada en puestos de profesor universitario, o de investigador en instituciones públicas, como el CSIC, está muy complicada, ya que es muy competitiva. En esta competencia el doctorado es un requisito, pero solo el punto de partida. Se valoran los artículos publicados, la posición del candidato en esos artículos, los proyectos científicos en los que se ha participado, los que se ha liderado, tesis doctorales dirigidas, patentes, etc. En algunas áreas la gente está accediendo a estos puestos con edades superiores a los 40 años. Y antes de eso, además de realizar una tesis doctoral, han debido trabajar mucho (mucho más de las 40 horas semanales), y haber desarrollado parte de su vida postdoctoral en centros en el extranjero (con un mínimo de 12-24 meses, pero en ocasiones mucho más). Como veis es un camino duro, pero con grandes recompensas para las personas que de verdad son unas apasionadas de la investigación. Una vez conseguidos los puestos de funcionario se suele tener una gran libertad, siempre que se consigan fondos para las investigaciones, y realizas un trabajo que puede ayudar a mejorar la sociedad y la vida de las personas a las que formas (en el caso de los profesores). Además, te permite viajar, tener relaciones con personas de primer nivel científico, y otras cosas muy interesantes y motivadoras.
Por tanto, antes de empezar a colaborar con algún grupo de investigación, o incluso embarcarse en la realización de una tesis doctoral, debéis plantearos algunas cosas. La primera es qué os va a aportar para vuestro futuro. Si os gusta el mundo de la investigación y la docencia puede ser el primer paso para llegar a ser profesor universitario. Si no os gusta mucho la docencia, pero si la investigación, podréis optar en un futuro a plazas en organismos públicos de investigación. Si ese es vuestro objetivo debéis de tener claros cuales son los requisitos que se están pidiendo para entrar en esos puestos en la actualidad, número de artículos científicos, estancias en el extranjero, etc. y pensar si estáis capacitado para obtenerlos, y en cuantos años, y si estáis dispuestos a realizar los sacrificios correspondientes. Muchos años de duro trabajo, incluyendo muchas horas a la semana y fines de semana, largos periodos en el extranjero, etc. Normalmente es un camino reservado para gente con mucha pasión por lo que hace (es la única manera de soportar los sacrificios necesarios, que con esa pasión son menos sacrificio).
Es muy habitual que algunos profesores ofrezcan a los alumnos incorporarse en su grupo de investigación, con una beca, o con algún tipo de promesa futura, como la obtención de un posible contrato doctoral. La realización de un Trabajo Fin de Grado o Postgrado con esos grupos puede ser una buena oportunidad para conocerlos, y conocerte a ti mismo, y saber si ese mundo te puede atraer o no. Piensa que en la mayoría de los casos el profesor no está pensando en tu futuro profesional, sino en el suyo, ya que para realizar sus investigaciones necesita mano de obra, y nada más barato que un estudiante. Por tanto, debes ser tú el que se preocupe por tu futuro. Un aspecto importante que debes plantearte es si las investigaciones que desarrolla el grupo están alejadas de la realidad empresarial o si son investigaciones muy ligadas con lo que se hace en las empresas, incluso si el grupo colabora de forma activa con distintas empresas. Si es así, la formación que recibas puede ser interesante para iniciar una larga carrera investigadora, pero también te puede abrir posibilidades en departamentos de I+D o calidad en esas empresas.
Una buena práctica antes de tomar una decisión consiste en enterarte de las personas que han pasado por el grupo y conocer a que se dedican actualmente, cual ha sido su experiencia en el grupo, si su paso por este les ha facilitado una salida profesional, etc. Y no solo conocer a los que han tenido éxito, sino a la mayoría de los que han pasado, con mayor o menor fortuna. Si el grupo no colabora con empresas, la formación que recibas puede ser menos útil para tu futuro profesional, siempre que no quieras comenzar una carrera investigadora de largo plazo.
La formación doctoral siempre es útil, y nos aporta muchos conocimientos y experiencias. Hay que pensar que una tesis doctoral se suele realizar en 3-4 años, tras realizar un postgrado. Obviamente una persona con 4-5 años más es más madura y está más preparada para el mercado laboral. Pero debéis plantearos si la formación doctoral os va a proporcionar más o menos que la formación y experiencia que podéis obtener en una empresa. Por tanto, en el mundo de la investigación, como en el de las empresas, debéis ser críticos y no coger lo primero que os ofrecen. Y si lo cogéis debéis seguir siendo críticos y estar dispuestos a cambiar, o al menos buscar el cambio, si creéis que este es mejor para vuestro futuro profesional. Y si decidís continuar en ese grupo debéis trabajar con pasión y dedicación, pero pensando también en vuestro futuro, y en los méritos que debéis hacer para garantizaros este.
La casuística de los grupos de investigación es muy variopinta. Yo no aconsejaría empezar con un grupo en base a promesas futuras. Los grupos activos suelen disponer de fondos, con los que os pueden pagar al menos una beca, especialmente si, además de realizar investigaciones en distintos aspectos, colaboran con empresas e instituciones. Aunque también entiendo que la realización de un TFG o TFM no tiene porque estar retribuida, y puede ser una buena oportunidad para conocer al grupo. En algunos grupos existe la costumbre de que varios investigadores que han participado colateralmente en la investigación aparezcan como firmantes de los artículos científicos, pero los doctorandos solo aparecen en aquellos de los que son directamente responsables. Suelen ser grupos activos y que te permiten obtener un cierto currículo, pero podría mejorarse. Otros grupos incluyen a algunos doctorandos en muchos artículos, aunque su participación no haya sido muy relevante. Es una manera de agradecer su trabajo o su dedicación, pero puede ser muy injusto con otros doctorandos o colaboradores, ya que a estos les resta oportunidades para su futuro. Y si la persona favorecida no tiene el nivel adecuado pueden hacerle un flaco favor a la sociedad, ya que en base a ese currículo pueden obtener una plaza para la que no están capacitados.
Si finalmente accedéis al mundo de la formación como futuros investigadores debéis tener en cuenta todos estos aspectos. Y si realmente os gusta y os apasiona, os consideráis adecuados para esta labor, y veis posibilidades reales de rematar este camino con éxito, enhorabuena. Preparaos a trabajar mucho y duro, pero ya sabéis que “sarna con gusto no pica”. A mí me parece la mejor de las dedicaciones, y aunque llegué a este mundo de rebote, he encontrado en él mi pasión y uno de los trabajos más satisfactorios, aunque muchas veces las instituciones no te lo ponen fácil.
Por cierto, por si alguien no lo tiene claro, en el mundo de la investigación el conocimiento del inglés es imprescindible. Y si bien se puede llegar con un nivel B2, sería conveniente alcanzar el C1 para poder realizar una carrera investigadora prometedora. Además de que los artículos que se consultan suelen estar en inglés, y los libros, también hay que publicar en inglés, establecer colaboraciones con grupos internacionales, realizar estancias en las mejores universidades, pedir proyectos en convocatorias internacionales, …
Y si después de todo esto os sigue ilusionando, os recomiendo leer este libro, que trata todo esto de una manera bastante acertada y con mucho humor, que siempre viene bien
- Guía de supervivencia de Científico en España (Editorial Aguilar)
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Nunca están de más unas risas sobre este mundo tan particular, a la vez que apasionante.